
Y así empezó todo. Primero, mi gratitud, a todas y todos, que habéis seguido, el crecer de la tienda, bien aquí, bajo los arcos y junto a la puerta, o a través de las redes sociales, animándome cuando he decaído, y riendo conmigo, cuando me he puesto a hacer el ganso. Gracias, muy especiales, a mi hijo, que se ha adaptado a estar en la trastienda, a jugar con sus amigas y amigos, en la plaza, que baja conmigo, cada domingo a la tarde,con sol o con lluvia, y aunque hay que decirle varias veces, él baja. Porque, este trabajo, es de lunes a domingo, de mañana y de tarde, y soy la única trabajadora de este negocio.
Hablar de cada una de las personas que me habéis ayudado y preocupado por la marcha del negocio, no quiero olvidar a nadie, y quiero que todas os sintáis conmigo.
Cada vez, que los pagos, y las piedras varías se ponen en el camino, yo hago, con unas pocas mujeres, esa frase de -tenemos que hacer- y ahí estaís: yo te hago la tienda, para que vayas con Yared, para que estés en su cumple, yo te ayudo a poner el escaparate, yo sueño que hacer en el escaparate, yo me quedo mientras llevas a tu hijo a la piscina, al cate...GRACIAS DE CORAZÓN.
Pero en la idea de negocio, esto tiene una traducción rápida, es la tienda del barrio, es la cercanía, es la solidaridad, en estado puro; es volver a cuando era pequeña, como las vecinas le ayudaban a ama, a hacer nuestros disfraces, cuando mi ama atendía al hijo de una vecina, cuando íbamos al ultramarinos y sabían en que portal y en que piso vivías; aquí, dar más gracias, a mi hermana, que me ayudo desde el primer día, junto con su marido y sus hijas, y a mi interiorista, que está dejando el resto, para que Panpa, como buen elefante, tenga más espacio.
En este tiempo, ha habido bajones, que decir, pero también momentos irrepetibles: cuando un sábado vengo a abrir y los niños del entrenamiento, dicen Macuuuuuu, cuando uno grita al resto no os vayáis que Macu ya abre, cuando una pequeña clienta de 5 años me trajo una flor de manualidades y antes de compra me la da y me dice- es para ti, Macu.
Creo, firmemente, en una forma de hacer y de vivir, y me gustaría poder atender así en la tienda, en la cercanía, en la ayuda y en la igualdad con quien viene a comprar. Se, que solo vendo, txutxes, pero, me gustaría, que me recordasen, dentro de muchos, muchos años, como yo recuerdo a Adela, una florista de Bilbao, que desde la calle Ercilla, estuvo cerca de 50 años, llevando un negocio familiar, de una manera exquisita, buscando sólo es , agradar y hacer feliz a la persona que compra.
Creo, firmemente, en una forma de hacer y de vivir, y me gustaría poder atender así en la tienda, en la cercanía, en la ayuda y en la igualdad con quien viene a comprar. Se, que solo vendo, txutxes, pero, me gustaría, que me recordasen, dentro de muchos, muchos años, como yo recuerdo a Adela, una florista de Bilbao, que desde la calle Ercilla, estuvo cerca de 50 años, llevando un negocio familiar, de una manera exquisita, buscando sólo es , agradar y hacer feliz a la persona que compra.