Bueno, ha llegado otro 28 de diciembre, y esta tarde habrá otra chocolatada, para celebrar que Yared, mi hijo, mi sol de invierno, está conmigo, también con quien nos acompaña. Estos cinco años, han estado cargados de emociones, en ocasiones buenas y en otras malas. Estoy en la incertidumbre del desempleo, de lo precario y de la seguridad de la falta de escrúpulos y de dignidad de quien nos gobierna y quienes les jalean, o callan, que es peor. Esta gente, en este micro espacio, es parte de la gente que me ha acompañado en estos cinco años y que espero, siga conmigo y con Yared, mucho tiempo más. Ayer después de comer, le explique a Yared que significa la merienda de hoy, él sonreia, él sabe que es la pieza indispensable de este rompecabezas, sabe que el ha formado las sonrisas de la foto. Pero quiero que vaya conociendo el mundo, bueno, me gustaría que conociese el mundo, sin dolor, sin sufrimiento, con el abrazo firme de la gente que le quiere. Espero que eso sea así que la gente de esta foto y algunos más, le sigan queriendo, y sigan acordandose siempre, que un día de los inocentes, el niño más guapo por fuera y por dentro, llegó para quedarse y para hacer que mi vida y la de alguna gente, fuese mucho más mágica.
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