El lunes vuelvo, después de un mes de baja, al mundo real. ¿Qué me espera? ¿Lo que deje? quien sabe, no sabemos que día va a hacer, no sabemos si hoy es el fin del mundo o el principio de todo. Por hacer una nota informativa, vuelvo pendiente de una ecografía para mis niveles de no se que GT y de una visita al endocrino para ver que sucede con mi tiroides, pero vuelvo. Vuelvo al llamado mundo real, ese en el que te levantas a las seis menos cuarto, cuando sales a la calle no te importa nada, sólo no perder el bus, cuando por fin llegas y aleluya no lo has perdido, quieres unicamente dormir, luego quieres despertarte, luego llegar a la silla, luego que pase algo interesante para que parezca que tu trabajo sirve para algo, luego tienes que ser durante toda la jornada laboral, mitad cínica mitad zorra y que no se note, para esto último unas pinceladas de atontamiento, pero aquí llega son las cinco menos diez y el bus vuelve a ser el protagonista de mi vida, llegas a Bilbao siempre hay algo pendiente, algunos días tienes algo pendiente con tus amigos, momento bueno o menos bueno, este último ocurre cuando quieres mimos y te responden indiferencia, pero señoras el genero humano "semos" así; algo de ocío y llegamos a casa a las ocho o las nueve o .... cenamos y nos dormimos; mañana tenemos que coger el bus y montarnos en la vida. Menos mal, después de este mes quiero volver a la rutina, y por mucho tiempo.