miércoles, octubre 10, 2007

mi sol de invierno, llega el invierno y creo y espero que con el, mi sol de invierno, así me llamaba mi ama; cuando yo me ponía muy bruta, practicamente imposible me decia: ven y te cuento, tu eres mi sol de invierno, ese que nadie espera ya, pero que calienta sin quemar, que sorprende y que agrada. Eso quiero ser para mi gente, siempre seré su sol de invierno y quiero serlo para quien quiero y me quiere; quiero ser caliente sin quemar, deseada sin cansar; quiero sorprender siempre estando donde tengo que estar y para quien quiero estar. Pero sobre todo siempre seré su sol de invierno el de ella, el de mi ama, siempre quiero que me abrace, que le de calor y no la queme, que mis ganas de quererla no paren de sorprenderla. Eso quiero también ser para mi hijo o mi hija, que siempre sepa que estaré donde dirija la vista, alli estaré para mi sol de invierno. Así espero a que llegue mi hija o hijo de Etiopia, con el o con ella llegará mi sol de invierno.