viernes, abril 24, 2015

Han pasado cuatro años

Toda una legislatura, el próximo 24 de mayo, hay elecciones municipales y forales. En las anteriores, mi vida cambio, después de unos años dedicada a la política, ahora tengo una txutxeria. De como fue aquella campaña de quien me ayudo y quien me desayudo, he contado todo, o casi. 
En estos cuatro años, el protagonista de la foto, mi hijo, ha crecido, es un niño estupendo, que se adapta a nuestra tienda y a nuestra vida, en las distancias cortas de nuestro barrio, de una manera, mejor que buena. Yo intento, con las redes y el teléfono, estar cerca de la gente y de las cosas que pasan, pero al final, las mañanas se pasan, haciendo bolsas de cumple, cargando las baldas de bolsas de patatas y gominolas, y pensando, con mis grandes ayudantes como hacer escaparates, y como llenar las tardes de esta plaza, de actividades. 
El país y la política, ha ido a peor, a mucho peor, pero durante años, hemos ido perdiendo conciencia de clase, han pintado con una cera transparente, una supuesta democracia, cuando lo único que tenemos es una capa, que nos encorseta a todas y todos. Tenemos una única TV, una única radio, un único periódico, y, por supuesto, un único pensamiento. 
El que tiene poder, lo ejerce, sin contemplaciones, cualquier acto de protesta, ofende la privacidad del ladrón, hay que dedicarse a la política para enriquecerse, para mejorar el país, es demagogia. Hablar de lo mal que va, es no ver el futuro europeo que nos espera, preocuparnos por quien muere, buscando una vida digna, es llenar nuestro país de extranjeros. 
No quiero una visión del mundo apocalíptica, pero criar a mi hijo en el respeto a los demás, en el, piensa porque alguien no está bien, igual no le beneficia para este mundo de ladrones impunes, pero si que reafirmará, lo que tiene dentro, reafirmará, que es muy buena gente. 

viernes, abril 03, 2015

Siete años YA

Hoy tres de abril de 2015, hace siete años que recogí a mi hijo en la casa cuna de Mundiadopta, en Etiopía. Hoy celebramos el cumpleaños de un niño, que vino con su familia en aquel viaje, hoy él y su familia, se han convertido en parte muy importante de la vida de mi hijo y por supuesto de la mía. Este mediodía, recordábamos, con muchas risas, aquellos días, en Addis Abeba, el cariño de la gente que nos rodeo, y las mil y una anécdotas. 
Han pasado siete años, llenos de luz, de crecimiento físico de mi hijo, y emocional mío. Me ha dado, TODO, y me ayuda con su presencia, su conversación, sus reivindicaciones, y con sus mimos y besos. En estos años, hemos perdido a personas de una manera temprana y cruel, él conoce su falta, se acuerda de ellos y habla de lo triste que se pone. 
Este año, esta celebración ha coincidido con la semana santa, en recuerdo y con la presencia de un amigo, que ya no esta con nosotros, mi hijo ha entrado a formar parte de una cofradía. Hemos tenido una experiencia de compañía y de recuerdo. Este cumpleaños, con toda la celebración, quiero que sirva para recordar a este amigo, marido de una mujer, insustituible en mi vida y en la de mi hijo. 
Yared, eres todo en mi vida, eres un niño bueno, como dijo tu tutora en la gela de lau urte: tenemos suerte, Yared es muy buena persona. 
Te quiero TODO, mi amor.