lunes, diciembre 14, 2015

NO SALEN

Han sido unos pocos, los años, que he estado 15 días pendiente, de una campaña electoral, he hecho todas, europeas, municipales, autonómicas, generales. Hace unas pocas, que solo soy votante, ciudadana, de esas que todos los partidos y organizaciones, dicen nos van a salvar, de ser de segunda. Creo que soy de tercera regional: mujer, monomarental, autónoma, con hipoteca y con 51 años cumplidos. Cuando el paro castigó con dureza, fue en el 2011, ahí me toco. Todo el dinero de mi despido, está en mi pequeño comercio, tienda de gozokiak, en la que trabajo mañana y tarde, de lunes a domingo, yo sola. Cumplo con hacienda, pero la Diputación de Bizkaia, el Ayuntamiento de Bilbo y el mismísimo Gobierno Vasco, no tienen a bien, pensar en algún beneficio para familias monoparentales y monomarentales, que tienen problemas para vivir. Vivimos en una llamada democracia, que en época de votos, suele abusar del café para todas y todos, pero en la recesión en la que estamos sumidos, no hay café más que para unos pocos. 
Esta, es la campaña de la tele, del baile, del futbolín y de la cercanía de los candidatos, quieren parecer humanos. Los que nos hemos dedicado a esto, sabemos que en la tele no sale un ciudadano o ciudadana elegido sin más, cada partido y organización, sabe a quien manda, para contar que les va a votar, y porque. Lo que no sale, es lo que la clase política no enseña, ni quiere enseñar. No salen, las mujeres, las que trabajan y tienen que recibir subsidios, si les dan, porque su salario, no llega, No salen las mujeres en el paro, que trabajan en negro y cuando no van al trabajo no cobran, No salen las mujeres en el paro, que están enfermas y quieren trabajar y no pueden, No salen las mujeres que tienen un pequeño comercio y que no tienen para pagar las facturas, No salen las amamas que están haciendo economía de ficción para poder con su casa y con la de sus hijas en paro, No salen las mujeres maltratadas física y psicológicamente, por sus parejas, No salen las mujeres que, tras compartir toda una vida con su compañero perciben el 40 % de su pensión. No salen, las personas que están viviendo, de la solidaridad de sus amigas y amigos, de su familia, de sus vecinas, las personas que están trabajando por vivir.
No salen, las mujeres que votan y que luchan por tener una vida digna. 

jueves, diciembre 03, 2015

ME GUSTA

Me gusta la navidad, después de este mes de noviembre, en el que mi página de la tienda, ha estado un poco en silencio, vuelvo, haciendo una apología de la navidad. Primero, tengo que decir, que el silencio se ha debido a la ausencia, en esta vida, de mi máximo seguidor, en esta aventura, y en la aventura que es vivir. Él, me ha ayudado a todo, a vivir en otra ciudad, a cuidar y saber acompañar a mi ama en su despedida, a apoyarme, junto con su compañera de vida, en la llegada y crianza de mi hijo, es de esas personas, que te ayuda a vivir, que hace la vida más fácil, nos cuida donde esté. Ya sé que tengo una tienda dulce y en navidad más, pero lo mismo que mi hijo, sabe que ya no está con nosotras y nosotros, tengo que contar, que tampoco, Panpa, tendrá ese primer "me gusta". 
Pero, la vida es un árbol, grande o pequeño, como el de Navidad, pero lleno, también, de buenos y mágicos momentos. No es que, nos acordemos de lo bueno en Navidad, también nos faltan más, aún, las y los que no están, pero es un tiempo, cuando menos de pensar en nuestra infancia, con nostalgia o con ganas de revivirla. Hasta, las más antinavidad, se acuerdan de ver la estrella, la noche del 5 de enero, mi ama nos sacaba a la ventana de la cocina, con edificios y con la navidad de Bilbao y su cielo plomizo, y yo todos los años veía la estrella. Todas recordamos, aquellas mañanas o madrugadas del 6 de enero, en el comedor se había instalado la magia. Yo, recuerdo las cenas, los cuatro juntos: mi padre, mi ama, mi hermana y yo; poníamos el nacimiento en el pasillo, hasta el 7 de enero toda la casa, en cada rincón aparecía musgo. Recuerdo a mi ama, cantando, recuerdo la radio en la que los reyes leían las cartas de las niñas y niños, recuerdo a mis vecinas de escalera, conmigo haciendo belenes de cartulina.
Todo esto, con toda la nostalgia, pero con toda la emoción, me sirve para decir que me gusta la navidad. No me olvido, que quien no tiene, no me olvido de lo que nos ayudan los demás, no me olvido de la realidad, pero, permitirme, por unos días, vivir la ilusión de mi hijo y mis clientes, porque la ilusión y el recuerdo de hoy, hará las mujeres y los hombres de mañana, porque la solidaridad, la cercanía y la realidad dulce de estos días, nos ayuda a vivir el resto de nuestra vida. ESTOY SEGURA.