martes, noviembre 03, 2015

Dos años de Panpa Gozokiak

Bueno, mis entradas en este blog, suelen ser de celebraciones y aquí va una. El próximo 8 de noviembre se cumplen dos años de la apertura de Panpa Gozokiak, la tienda de gozokiak, en la que trabajo, desdé que esta crisis nos dejo a muchas y muchos, en el paro. Pero, cuando la vida te dice que a regenerarse, a regenerar. Mi vida, en esas fechas, estaba centrada en la crianza de mi hijo, y en volver, después de años, a vivir intensamente mi barrio, San Inazio. Así, que decidí que un local, de la plaza, donde mi hijo juega, era el lugar para invertir, todo el dinero de mi despido, para renacer. 
Y así empezó todo. Primero, mi gratitud, a todas y todos, que habéis seguido, el crecer de la tienda, bien aquí, bajo los arcos y junto a la puerta, o a través de las redes sociales, animándome  cuando he decaído, y riendo conmigo, cuando me he puesto a hacer el ganso. Gracias, muy especiales, a mi hijo, que se ha adaptado a estar en la trastienda, a jugar con sus amigas y amigos, en la plaza, que baja conmigo, cada domingo a la tarde,con sol o con lluvia, y aunque hay que decirle varias veces, él baja. Porque, este trabajo, es de lunes a domingo, de mañana y de tarde, y soy la única trabajadora de este negocio. 
Hablar de cada una de las personas que me habéis ayudado y preocupado por la marcha del negocio, no quiero olvidar a nadie, y quiero que todas os sintáis conmigo. 
Cada vez, que los pagos, y las piedras varías se ponen en el camino, yo hago, con unas pocas mujeres, esa frase de -tenemos que hacer- y ahí estaís: yo te hago la tienda, para que vayas con Yared, para que estés en su cumple, yo te ayudo a poner el escaparate, yo sueño que hacer en el escaparate, yo me quedo mientras llevas a tu hijo a la piscina, al cate...GRACIAS DE CORAZÓN. 
Pero en la idea de negocio, esto tiene una traducción rápida, es la tienda del barrio, es la cercanía, es la solidaridad, en estado puro; es volver a cuando era pequeña, como las vecinas le ayudaban a ama, a hacer nuestros disfraces, cuando mi ama atendía al hijo de una vecina, cuando íbamos al ultramarinos y sabían en que portal y en que piso vivías; aquí, dar más gracias, a mi hermana, que me ayudo desde el primer día, junto con su marido y sus hijas, y a mi interiorista, que está dejando el resto, para que Panpa, como buen elefante, tenga más espacio. 
En este tiempo, ha habido bajones, que decir, pero también momentos irrepetibles: cuando un sábado vengo a abrir y los niños del entrenamiento, dicen Macuuuuuu, cuando uno grita al resto no os vayáis que Macu ya abre, cuando una pequeña clienta de 5 años me trajo una flor de manualidades y antes de compra me la da y me dice- es para ti, Macu.
Creo, firmemente, en una forma de hacer y de vivir, y me gustaría poder atender así en la tienda, en la cercanía, en la ayuda y en la igualdad con quien viene a comprar. Se, que solo vendo, txutxes, pero, me gustaría, que me  recordasen, dentro de muchos, muchos años, como yo recuerdo a Adela, una florista de Bilbao, que desde la calle Ercilla, estuvo cerca de 50 años, llevando un negocio familiar, de una manera exquisita, buscando sólo es , agradar y hacer feliz a la persona que compra.