jueves, octubre 04, 2012

Otra vez, en casa

Después de muchos, bueno unos cuentos años, estando estos jueves de inicio de campaña, siempre pensando que todo iría a mejor; va ya la segunda campaña, que soy una votante, sin vinculación activa a ninguna organización política.
En esta campaña autonómica, tengo el corazón latiendo más rápido, uno de mis mejores amigos va de candidato a Lehendakari. Se pasan por mi cabeza todo tipo de recuerdos, sobre todos ellos, el recuerdo, del esfuerzo que el compañero de vida de este candidato, hizo en la campaña de las municipales, en las que yo era candidata a la alcaldía de Basauri. Ël estaba desvinculado y lo que es más importante, desilusionado de sus años de militancia y de ilusión, pero me acompaño, me animo y me sujeto.
Quizas, yo no tenga razón en mis pensamientos, quizas la vida sea distinta y la razón esté en el otro lado; pero aún con el riesgo de ser atrevida, estoy tranquila. Lo he repetido muchas veces, creo en el sistema, pero el sistema está herido, tengo la misma sensación, que cuando quieres creer en la recuperación de alguien que quieres, pero esa recuperación, no llega. Esperemos que se recupere, pero hagamos, para lograrlo.
Quizas, no tenga razón en pensar que algunos tendrían que pensar dos veces, los que creen que les traicioné, quizas desde el desempleo, desde la busqueda de mi vida, sin más armas que yo misma y el amor de mi hijo y de mi gente; sepán, los que me aparcaron que no hice y no haré nada contra ellos, porque lo haría contra mi.
Quizas, el mundo cambie a mejor, seguro que sucede, quizas tenga razón absoluta en repetir la frase: " no es él que la hace, sino él que la consiente", que tanto decía mi padre.
Quizas, tenga la certeza, de que estoy más tranquila desde que no consiento.
Quizas, tengan todos la seguridad de que votaré el día 21. Pero, frente a los que se creen traicionados por mi, tengo vecinas, ya desde mi ama, señoras mayores de barrio, que se preocupan por si he encontrado trabajo, la pescatera de toda la vida, dice que no deje de ir a comprar, que ella está allí.
Quizas, los que creyeron que alejandose, en determinada asamblea, se purificaban; piensen, que cuando les he escrito, interesandome, les pedia algo; sólo, creí que eran personas que formaban parte de mi vida, quizas me equivoqué, sin duda.
Quizas, tengamos que vivir y educar, en la vida sin rencor, pero sin perdón para el  ruín, y para el maltratador; quien maltrate en el hogar, en el trabajo, en el colegio... tiene que ir marcado. Si dar nombres de maltratadores, es hablar mal, yo hablo mal. Quizas no quiera colaborar con lo que no debe hacerse, seguro que no.
Buena campaña a todas y todos, y que gane el mejor: él que ayude a la gente a vivir y no él que quiera vivir de la gente.

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